domingo, 5 de junio de 2011

No querrás vivir sin ellos

     En vista de que vamos a trabajar los ecosistemas, me gustaría hablar sobre un grave problema que nos concierne a todos. Se trata de la amenaza que sufren los anfibios de todo el planeta. Las alteraciones y destrucciones de sus hábitats son sus principales amenazas, pero además, en los últimos años, han aparecido enfermedades infecciosas propias de estos animales, que están provocando extinciones masivas de poblaciones y especies en todo el mundo.



      Estas enfermedades son de reciente aparición, cuyo rango de actuación se ha incrementado drásticamente. Son causadas por virus y hongos. Los virus, que son muy resistentes y se transmiten con enorme facilidad, provocan que los individuos mueran sin síntomas externos evidentes, aunque a veces pueden presentar hemorragias, úlceras en la piel y agudas necrosis en órganos internos. Algunos de estos virus se introducen en el medio a través repoblaciones o sueltas de peces (que pueden ser hospedadores).
Aunque estos virus produzcan mortalidades en masa de anfibios, es cierto hongo, recientemente descubierto, el responsable de la total extinción de poblaciones y especies en muchas partes del planeta, y quien representa el mayor peligro para estos animales. El hongo en cuestión, ya conocido como “el hongo asesino”, es el Batrachochytrium dendrobatidis, y pertenece al grupo de los quitridios,  al que también pertenecen otros hongos ya conocidos desde hace tiempo por ser parásitos de plantas e invertebrados. Pero la nueva especie resulta letal para los anfibios.


     Las poblaciones afectadas por la enfermedad que produce, denominada quitridiomicosis, desaparecen en pocos meses. Cuando las esporas móviles del hongo entran en contacto con los anfibios, se fijan en la queratina de su piel y, a los pocos días, desarrollan esporangios maduros, que generan un tubo que perfora la piel del animal, para liberar nuevas esporas. Cuando un adulto es infectado, éste muere rápidamente, pero al infectarse un anfibio en estado larvario (renacuajos, etc), sólo presentan infección en la zona bucal. Sin embargo, cuando completan éstos la metamorfosis y la queratina se extiende por todo su cuerpo, también lo hace el hongo.

       
              La enfermedad se descubrió hace pocos años en Australia y Centroamérica, pero ya está distribuida por gran parte del mundo. Su aparición en España en 1997 fue el primer caso conocido de toda Europa. Hay evidencias que sugieren que el hombre podría estar introduciendo el patógeno en las zonas afectadas, debido a su rápida expansión y a que hongos encontrados en países alejados son muy semejantes genéticamente.

Batrachochytrium dendrobatidis
La iniciativa sosanfibios.org pretende dar a conocer la existencia de estas nuevas amenazas para los anfibios, y servir de canal de comunicación entre los investigadores que trabajan con este problema y los interesados en el medio natural, así como aportar sugerencias para evitar la dispersión del hongo.
Os pido que visitéis su sitio web (www.sosanfibios.org), del cual he sacado toda la información, que es de excelente calidad, sobre el declive que están sufriendo estos animales.      
      La pérdida total de los anfibios provocaría un desequilibrio enorme en los ecosistemas de todo el mundo, con importantes repercusiones. Hasta ahora no se ha hablado mucho del tema, pero es esencial que se de a conocer. Corremos el riesgo de perder todo un sector de nuestra biodiversidad. Habla de ello, coméntalo. El mensaje tiene que calar.