sábado, 19 de marzo de 2011

¿Comienza a estabilizarse la situación?


Los técnicos consiguen restablecer la corriente en la central de Fukushima. Este paso puede permitir arrancar las bombas del sistema de refrigeración del complejo.- Japón eleva de 4 a 5 el nivel de la catástrofe nuclear.- El OIEA dice por segundo día consecutivo que la situación no ha empeorado. La compañía operadora de la central nuclear japonesa de Fukushima, Tepco, ha confirmado la reconexión de la corriente a través de una línea de transmisión externa. Se trata de un paso importante que permitiría el suministro de electricidad en el complejo. La empresa ha declarado que la primera unidad que se reconectará será la 2, seguida de la 1, la 3 y la 4. La razón es que la unidad 2 parece ser "la menos dañada" tras los incidentes de los últimos días, a raíz del terremoto y posterior tsunami que afectó a la zona noreste de Japón hace una semana, informa EP. Tras la conexión eléctrica, las autoridades japonesas confían en empezar el bombeo de agua necesario para enfriar los reactores, expuestos durante los últimos días a temperaturas muy elevadas y que incluso han llegado a quedar al descubierto por falta de líquido.

Antes de este anuncio de los ingenieros de la compañía que opera en la central, Japón había elevado el nivel de catástrofe nuclear de 4 -en la escala Internacional de Eventos Nucleares (INES)-, como afirmó en un primer momento, a 5 Esta clasificación ha sido polemica, porque contrariamente a lo que decía Japón, Francia le atribuyó desde el principio nivel 6 (sobre 7, que equivale a lo que ocurrió en Chernóbil en 1986). El nivel 5, según lo que marca la escala de INES, equivale a "Accidente con consecuencias de mayor alcance", frente al 4 "Accidente con consecuencias de alcance local". Lo que está ocurriendo en Fukushima 1 iguala al accidente que tuvo lugar enla central atómica Three Mile Island, en Harrisburg (Pennsylvania, EE.UU en 1997, considerado el peor después de Chernóbil.

A pesar de la mala noticia que ha supuesto la elevación del nivel de la catástrofe, el primer ministro japonés, Naoto Kan, se ha dirigido en un mensaje televisado (en NHK) a la nación para pedir solidaridad e insuflar ánimos a la población: "No debemos dejar que el pesimismo nos venza", ha dicho. La situación sigue siendo muy grave en la central, ha dicho Kan, pero ha añadido que confía en que "en un futuro cercano" se pueda controlar. El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha reforzado esta idea que combina un cierto optimismo con la lógica cautela y ha dicho por segundo día consecutivo que la situación no ha empeorado. La Junta de Gobernadores del OIEA celebrará el próximo lunes en Viena una reunión extraordinaria sobre la crisis nuclear en la que el director general del organismo, Yukiya Amano, informará a los 35 estados miembros del grupo ejecutivo sobre su visita a Japón que termina mañana. Graham Andrew, asesor científico de la agencia nuclear de la ONU, ha explicado que las unidades 1, 2 y 3 de la central de Fukushima "parecen estar bastante estables".

Helicópteros militares y camiones con mangueras han arrojado en las últimas horas toneladas de agua sobre la central atómica de Fukushima I para restablecer el nivel de agua en los tanques de enfriamiento en los que se almacenan las barras de combustible usadas. El vertido en los reactores ha conseguido rebajar los niveles de radiactividad pero, en paralelo, unas columnas de humo blanco siguen emanando de los reactores 2, 3 y 4. La operación, según ha confirmado el canal de televisión NHK citando fuentes del ministerio de Defensa, ha concluido tras arrojar 50 toneladas de agua, logrando que el agua entre en el edificio que alberga el reactor. 130 bomberos enviados desde Tokio siguen con la misión de enfriar las piscinas. Los expertos de la Agencia de Seguridad Nuclear sospechan que el humo del reactor 2 podría proceder de la piscina de refrigeración o de una explosión en la cámara que la alberga, aunque todavía no han podido confirmar este extremo. Los responsables de Tepco han confirmado en rueda de prensa que la radiación -que ya había descendido durante el día de ayer cerca de 20 puntos- ha disminuido ya hasta los 279,4 microsieverts por hora.

La temperatura ha aumentado en las últimas horas en las piscinas de desechos nucleares de los reactores 5 y 6, los que hasta ahora eran seguros porque llevaban mucho tiempo sin funcionar antes del terremoto de la pasada semana, mientras que sigue sin haber datos sobre la situación en el reactor 4, el que entraña ahora mayor preocupación, informó el OIEA. La última información sobre la temperatura del agua en la piscina del reactor señala que marcó los 84 grados centígrados, más del triple de los niveles normales de 25 grados. Se desconoce si todavía queda agua para cubrir el combustible en ese recipiente. En declaraciones recogidas por la televisión NHK, un responsable de Tepco ha señalado que la cantidad de combustible en la piscina del reactor 4 es "muy elevada" y hay "mucha incertidumbre" sobre si hay agua o no. Respecto al reactor 5, el agua del estanque de combustible usado alcanzó ayer, a las siete de la tarde (hora española). Mientras, en el 6, la temperatura del agua a la misma hora era de 62 grados, 2 grados más que el miércoles. Un generador diesel de emergencia está ya funcionando para permitir el bombeo de agua en estas piscinas.

Tepco ha asegurado que su prioridad es el tanque del reactor número 3, sobre el que ayer fueron arrojados 63 toneladas de agua. Aunque algunos indicios apuntan a que el agua se está evaporando rápidamente, imágenes de vídeo tomadas desde el aire muestran que, aparentemente, todavía hay líquido. Varios camiones de bomberos han comenzado esta tarde a rociar con agua el reactor 3, el más preocupante porque contiene plutonio junto con el uranio. El plutonio es un elemento muy peligroso, ya que puede causar cáncer aunque sea en cantidades muy pequeñas. Tepco afirmó que las excavadoras estaban intentando despejar el camino hasta la planta para permitir a los camiones de bomberos acercarse a los reactores y utilizar las mangueras para enfriar las instalaciones.

Perímetro de seguridad de 30 kilómetros

El Gobierno de Tokio ha urgido a la población que se encuentra a menos de 30 kilómetros de la central a que no salga a la calle, aunque Estados Unidos ha dicho a sus ciudadanos que viven a menos de 80 kilómetros que se vayan de la zona o permanezcan en el interior de los edificios "como precaución", lo que revela las diferencias existentes entre los dos países. Estados Unidos ha dictado medidas de seguridad más estrictas que las anunciadas por Japón y ha lanzado advertencias que contradicen informes japoneses que son más optimistas. Jay Carney, portavoz de la Casa Blanca, intentó minimizar las fisuras entre los dos aliados, y dijo que los responsables estadounidenses estaban haciendo sus recomendaciones después de analizar de forma independiente los datos que les llegan de la región. "Esto es lo que haríamos si el incidente estuviera ocurriendo en EE UU", declaró, informa Associated Press.

Los problemas de la central de Fukushima y otras plantas han desestabilizado la red eléctrica japonesa, hasta el punto que han forzado apagones en algunos barrios de la capital y provocado problemas en algunos servicios financieros. El banco Mizuho dijo que todos sus cajeros automáticos del país fallaron dos veces a lo largo del día, debido a un número excesivo de transacciones en algunas sucursales.

La perspectiva de una grave catástrofe nuclear ha desviado la atención de la situación que atraviesan los centenares de miles de personas que se han visto afectadas por el terremoto y el tsunami y que se encuentran en campos de refugiados en difíciles condiciones. Las últimas estimaciones cifran el número de muertos en la catástrofe en más de 16.000 personas; de ellas, 6.900 muertos son fallecidos confirmados oficialmente y 10.300, desaparecidos. Muchos de estos nunca serán encontrados, ya que algunos cuerpos fueron posiblemente arrastrados por el agua en su retirada hacia el mar y otros pueden estar sepultados bajo el lodo.

El Pentágono afirmó que las tropas que están trabajando en las labores de ayuda a los damnificados por el maremoto solo pueden acercarse a menos de 80 kilómetros de la central con permiso. Los soldados reciben píldoras contra las radiaciones antes de entrar en zonas donde es probable que haya radiactividad, en el peor desastre atómico que ha sufrido el mundo desde Chernóbil en1986

Veremos si este es el principio del fin de una catástrofe de dimensiones que dan miedo solo de pensarlas...

miércoles, 16 de marzo de 2011

Una catástrofe histórica se avecina...




El director del organismo de Naciones Unidas, Yukuya Amano, viajará mañana a Japón para ayudar a gestionar la crisis.- Cuatro de los seis reactores de la planta atómica japonesa tienen problemas.- EE UU pide a sus ciudadanos que no se acerquen a menos de 80 kilómetros de la central
Los núcleos de tres reactores de la central nuclear de Fukushima (este de Japón) están dañados, según acaba de confirmar el Organismo Internacional de Energía Atómica. El director de la agencia nuclear de Naciones Unidas, el japonés Yukiya Amano, ha anunciado también que mañana se desplazará hasta el país para obtener datos de primera mano y ayudar a gestionar la crisis. Sus palabras, tras quejarse ayer de falta de comunicación por parte de las autoridades japonesas, suponen la primera confirmación de que se está produciendo una fusión en el núcleo de esos reactores, lo que incrementa las posibilidades de una fuga radiactiva en la central, seriamente dañada por el terremoto y el tsunami del pasado viernes. EE UU ha pedido a sus ciudadanos que vivan a menos de 80 kilómetros de la central que abandonen la zona o eviten salir de casa. Horas antes, el Pentágono había anunciado la prohibición a todo su personal de entrar en esa área sin una autorización especial. Puesto que el Ejército estadounidense continúa asistiendo en las labores de emergencia, también ha anunciado que administrará tabletas de yoduro de potasio como medida preventiva a sus tripulaciones aéreas, un elemento encaminado a reducir el riesgo de las partículas radiactivas sobre la glándula tiroides.
Los problemas se acumulan en cuatro de los seis reactores de la central. El número 3 es el que mejor ejemplifica la situación: su núcleo se ha fundido al menos parcialmente y los sistemas de refrigeración no funcionan, situación que también se da en otros los reactores 1 y 2; se cree que hay daños en la estructura de contención, sospecha que se extiende al número 2; el edificio está seriamente dañado, como el del reactor 1; y en la piscina que almacena el combustible gastado, altamente radiactivo, ha bajado el nivel de agua, lo que preocupa a la agencia nuclear japonesa (NISA), cuya inquietud se extiende por el mismo motivo al reactor 4. La única nota mínimamente positiva es que, según ha dicho el gabinete de crisis del Gobienro japonés, los daños en la estructura de contención no parecen graves, una coraza fundamental para evitar una gran fuga radiactiva si se produjera una explosión en el núcleo. Con todo, la compañía que gestiona la central (la Tokyo Electric Power Company; abreviada como TEPCO) continúa inyectando agua de mar en los reactores 1, 2 y 3 para enfriarlos cuanto antes y evitar fugas. Los daños en las barras de combustible pueden ser el primer paso para que se funda el núcleo, ya que se calientan y comienzan a fundirse con los elementos metálicos que contienen. Se forma entonces un magma metálico muy radiactivo. Si la contención aguanta puede quedar dentro del edificio (lo que ocurrió en Three Mile Island, en EE UU en 1979). Si la contención falla y esa radiación sale fuera, la tragedia podría alcanzar consecuencias imprevisibles. [consulta en este gráfico los distintos componentes del reactor].

Segundo incendio en el reactor 4

Además, durante la noche (mañana en Japón), se desencadenó otro incendio en el edificio número 4, cuyo reactor no presenta dificultades ya que estaba sin combustible en el momento del terremoto por labores de mantenimiento. Sin embargo, no se excluye la posibilidad de una fuga radiactiva en ese edifico por otra vía. Se trata de la piscina de combustible usado, cuyo nivel de agua ha descendido y corre peligro de dejar al descubierto las barras de combustible usado, que son más radiactivas que cuando están en funcionamiento. En el momento en que las barras se reemplazan por unas nuevas, la viejas son depositadas en una pileta y cubiertas de agua, que circula por un circuito cerrado para refrigerar las barras. La NISA ha informado que se está preparando la inyección de agua tanto en esa piscina como en la del reactor 3, cuyo nivel de agua también ha descendido.

La acumulación de problemas provocó tales niveles de radiactividad que fue necesaria, la pasada noche, la evacuación durante unas horas de los 50 trabajadores que intentaban controlar la situación en la central. Ese medio centenar de personas fueron los únicos que quedaban de los 800 que en principio estaban trabajando, evacuados en su mayoría ante el empeoramiento de la situación. Según han informado las autoridades, finalmente son 180 los operarios que han vuelto a Fukushima para tratar de refrigerar la central. En ese trabajo se centran ahora todos los esfuerzos con todos los medios disponibles. Se ha intentado con helicópteros, pero la operación ha tenido que ser abortada por los altos índices de radiactividad. No obstante, el Gobierno nipón mantiene la zona de evacuación en 20 kilómetros a la redonda de la planta y sostiene que los niveles radiactivos detectados no son perjudiciales para la salud.

El estado de los cuatro reactores afectados en la central cambia constantemente y las informaciones que facilitan tanto las autoridades niponas como la empresa TEPCO no contribuyen demasiado a hacerse una idea de la situación. El director del OIEA ya se quejó ayer de la falta de información que se suministraba al organismo y dijo que intentaría solventarlo. 24 horas después, Yukiya Amano ha anunciado que estará mañana de visita en Japón para obtener información de primera mano. "La situación ha evolucionado y es muy seria", ha dicho hoy desde Viena (Austria), donde se encuentra la sede del organismo de Naciones Unidas. Por contra, ha asegurado que no se puede decir que la situación esté "fuera de control" tal y como ayer aseguró el comisario europeo de Energía, Günter Öttinger.
Aunque en principio sólo estén afectados 4 de los 6 reactores, en las ultimas horas se ha detectado una temperatura mayor a lo normal en los reactores 5 y 6, lo que nos dice que dichos reactores están entrando en descontrol como sus vecinos. Aunque las autoridades competentes intenten mandar un mensaje tranquilizador y disminuir el impacto de las noticias que llegan del Japón, todo apunta a que la situación está totalmente descontrolada y que se avecina una catástrofe nuclear que pasará a los anales de la historia. Este tipo de desastres nos hace plantearnos cosas como: ¿debemos construir este tipo de centrales en países de alto riesgo sísmico? ¿ es segura la energía nuclear?







En este vídeo, un físico nuclear nos explica de forma muy buena el funcionamiento de una central, sus riesgos, etc

domingo, 13 de marzo de 2011

Emergencia nuclear en Japón!



Tras el terrible terremoto sufrido en Japón, el segundo mayor registrado en la historia, ha tenido consecuencias terribles no solo en la población, estructuras, etc, si no que ha afectado a una central nuclear al norte de Japón, y la situación actual es crítica, ya que en dicha central se han registrado varias explosiones en el reactor de la planta.
El accidente en una central nuclear de la prefectura Fukushima (norte de Japón) es ya el peor que se ha vivido desde la catástrofe de Chernóbil (Ucrania) en 1986 y los problemas siguen agravando. El sistema de refrigeración de emergencia del reactor 3 ha dejado de funcionar, según ha informado un responsable de la Agencia de Seguridad Nuclear de Japón. Este fallo, inesperado, se suma a los problemas ya sufridos en el reactor 1 tras el terremoto y el tsunami que asolaron el país, catalogados por las autoridades como de categoría 4. Esto equivale a un "accidente con consecuencias de alcance local" según la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES), que contempla como categoría máxima la 7. Solo en dos ocasiones se han registrado accidentes peores: se trata de la explosión en Chernóbil (categoría 7, "accidente grave") y de la fusión, en 1979, de un reactor en la central estadounidense de Three Mile Island (categoría 5, "accidente con consecuencias de mayor alcance"). La Agencia de Seguridad Nuclear e Industrial japonesa ha informado de que el número de personas expuestas a la radiación tras la explosión podría haber llegado a 160. Tras probar diversos medios para tratar de enfriar el núcleo, el Gobierno ha dicho que va a tratar de rellenar con agua de mar, mezclada con ácido bórico, la estructura que contiene el reactor. Se trata de un método "sin precedentes", según ha dicho el portavoz gubernamental, Yukio Edano, porque los refrigerantes empleados no están consiguiendo su objetivo. El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha dicho que las autoridades japonesas le han informado del inicio del proceso, así como de una reducción en los niveles de radiactividad en las últimas horas. En la parte más positiva, la operación es posible entre otras cosas porque la estructura que contiene el reactor no tiene daños, un dato importante si las peores predicciones se cumblen y el núcleo llega a fundirse. El Ejecutivo japonés también ha informado de que se están preparando para repartir entre la población cercana dosis de yodo, un elemento útil para prevenir el cáncer de tiroides, que fue una de las dolencias que más afectó a las personas expuestas a las radiaciones de Chernóbil.
La situación en Fukushima I, como también se conoce a esa central nuclear ubicada unos 240 kilómetros al norte de Tokio, fue a peor en la mañana de este sábado tras una fuerte explosión en una torre eléctrica situada cerca del reactor número 1. Se trata del mismo reactor en el que el viernes se elevó de forma alarmante el nivel de radiactividad y que obligó a declarar el estado de "emergencia de energía nuclear" ante la posibilidad de fugas radiactivas. Este sábado, el Ejecutivo de Naoto Kan no ha tenido más remedio que reconocer que ha habido pequeños escapes radiactivos, aunque ha dicho que estos no suponen ningún peligro porque, entre otras cosas, se encuentra acordonado un perímetro de 20 kilómetros a la redonda (y de 10 kilómetros en el caso de la central vecina de Fukushima Daini, también con problemas). Se calcula que 200.000 personas han sido evacuadas de esa área -170.000 alrededor de Daiichi y 30.000 en Daini, según datos facilitados por el OIEA- en la que solo pueden entrar los equipos de emergencia y expertos nucleares.
Entre esos equipos se encuentran unos 50.000 militares, movilizados por el Gobierno para tratar de controlar la situación. El objetivo es lograr que el sistema de refrigeración del reactor cumpla su función, algo que solo consigue a duras penas desde el temblor de ayer, y evitar así una explosión del propio reactor que desencadenaría un accidente nuclear fatal. Ninguno de los intentos emprendidos hasta ahora ha dado frutos. El Gobierno japonés ha hecho un llamamiento a la calma mientras investiga las circunstancias del accidente en la torre eléctrica. Pero la preocupación entre la población, enormemente impactada por el tamaño de la catástrofe, es fácilmente palpable incluso entre los japoneses que viven cientos de kilómetros de las centrales
El reactor de la planta de Tokai, a 120 kilómetros de Tokio, está siendo enfriado con uno solo de sus tres generadores eléctricos tras el fallo de los otros dos.- El primer ministro japonés asegura que el país afronta "la crisis más grave desde la II Guerra Mundial".- Las autoridades dan por supuesto que dos núcleos de las centrales de Fukushima se están fundiendo
Japón vive "la crisis más grave desde la II Guerra Mundial". Así lo ha dicho el primer ministro, Naoto Kan, en un nuevo mensaje dirigido a sus ciudadanos tras el terremoto y el tsunami que asolaron el país hace dos días. Mientras las autoridades siguen en alerta por el estado de emergencia en las centrales nucleares de Fukushima, hoy se ha sabido que otra central también está teniendo problemas. Se trata de la planta de Tokai, unos 120 kilómetros al norte de Tokio, cuyo reactor está siendo enfriado con un único generador eléctrico de los tres que tiene. Los otros dos de los que consta el sistema de refrigeración han fallado a consecuencia de la catástrofe. Además, la central de Onagawa, en la costa de la prefectura de Miyagi (la más próxima al epicentro del terremoto), ha declarado el nivel de emergencia más bajo tras detectar en su exterior niveles de radiactividad superiores a los permitidos, según ha informado el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA). A priori, no parece un problema tan grave como los de Fukushima o Tokai, ya que la empresa que dirige la central de Onagawa, la Tohoku Electric Power Company, asegura que los tres reactores están bajo control y que no es un problema de funcionamiento. Según su versión, la radiactividad detectada proviene de las fugas en las centrales de Fukushima, a un centenar de kilómetros de allí. Diferente es la situación en esas plantas nucleares. En Fukushima I (también conocida como Daiichi) el terremoto afectó a tres de sus reactores a consecuencia de un fallo en el sistema de refrigeración. Hasta ayer, la principal preocupación era el reactor 1, donde no se conseguía enfriar el núcleo y se produjo una explosión que no afectó a la estructura de contención. Hoy las autoridades ya dan por supuesto que tanto en ese reactor como en el número 3 se ha producido una fusión parcial del núcleo. Lo más importante, mientras intentan enfriarlo, es que el contenedor esté en buenas condiciones para evitar una fuga descontrolada de radiactividad como sucedió en Chernóbil en 1986. Además, la acumulación de hidrógeno en una cámara de contención secundaria del reactor 3 hace temer precisamente una explosión similar a la que se produjo ayer. Tanto en esa central como en Fukushima II (conocida como Daini), con otros tres reactores afectados aunque en principio menos, se han tenido que hacer vertidos controlados de gases, que llevan partículas radiactivas, para aliviar la presión que soportan las estructuras. Esos escapes controlados han obligado a evacuar a unas 210.000 personas, según informaciones de la Oficina de Coordinación Humanitaria de Naciones Unidas (OCHA).
Poco a poco, según se vayan actualizando las noticias intentaré mantener al día la entrada, porque sin duda, es algo que nos afecta a todos, una parte de nuestro mundo se encuentra en un peligro inminente, y sin duda, habrá que ver como termina todo y como actúan los gobiernos.

















Japón tiembla



Como todos sabéis, Japón ha sufrido esta semana uno de los terremotos más violentos de los últimos años en su territorio y, pese a que es un país muy preparado para actuar en caso de catástrofes de este estilo, la fuerza del seísmo provocó varios tsunamis que arrasaron pueblos, fabricas y, lo más importante, acabó con la vida de cientos de personas en el país. Por desgracia, en estos momentos ya se han contabilizado más de 165 replicas del seísmo y Japón se encuentran en alerta nuclear de nivel 4.

El Servicio Geológico de Estados Unidos afirmó que el terremoto de Japón generó una ruptura de 180 kilómetros de largo por 50 metros de ancho de una sección de la corteza terrestre.

Además, científicos del Servicio Geológico de Estados Unidos revelaron que:

* La primera ola del tsunami en Samoa fue de 30 cm. de altura, pero la séptima ola era mucho más grande, esto indica que las zonas costeras debe permanecer en advertencia de tsunami después de que la primera ola golpea, incluso si esta ola parece pequeña.

* Más de 100 réplicas se han calificado con 5.0 grados de magnitud o más en Japón desde el terremoto de 8.9.

* El eje de la Tierra cambió se modificó 25 cm. como resultado del terremoto

*La costa de Japón se movió 2.4 metros.

* El terremoto fue de 900 veces más fuerte que el terremoto de San Francisco en 1989.

* Réplicas del terremoto de Perú de hace casi un año aún se sienten hoy en día.

* El terremoto de Honshu ocurrido en el suelo marino de la placa del Pacífico, chocando con 250 millas de costa.

* El temblor se sintió en China.

* El terremoto de Honshu no fue tan grande como el terremoto de 1964 en Alaska, pero fue comparable al reciente terremoto en Chile.

*Las olas del tsunami que siguió alcanzaron 9.7 metros de altura.

Sin duda, los datos causan terror a cualquiera, y las imágenes son sobrecogedoras. Japón tardará en recuperarse de esta catástrofe.






















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